La plagiocefalia es una deformidad de la cabeza del bebé producida por una posición determinada de la cabeza que ejerce presión en ella y modifica su forma natural.
Esta malformación se presenta en 1 de 2500 nacidos vivos y el porcentaje va en aumento en aquellos países en los que se desaconseja la posición en decúbito prono (boca abajo) de los lactantes, para evitar uno de los factores de riesgo implicados en el Síndrome de muerte súbita del lactante.
¿QUÉ TIPOS DE PLAGIOCEFALIA EXISTEN?
El aplanamiento más conocido es el que afecta a la región posterior del cráneo, al hueso occipital, que recibe el nombre de Plagiocefalia deformacional posterior.
Existen otras alteraciones como:
– La braquiocefalia en la que la cabeza es ancha y aplanada a nivel superior.
– La escafocefalia con el cráneo alargado de adelante hacia atrás.
– La trigonocefalia con la frente prominente y estrecha.
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?
– Deformaciones sufridas por el cráneo durante el parto, tanto si es un parto normal como complicado (más largo de lo normal, instrumental…).
– Encajamientos fetales.
– Torticolis congénita.
– Prematuridad.
– Posturas mantenidas en el bebé que hacen que se ejerza una presión constante sobre la misma región del cráneo.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?
Dentro del tratamiento existen dos opciones principales:
a) Fisioterapia: El fisioterapeuta está capacitado para evaluar objetivamente al niño. Se procede a realizar una medición de las amplitudes y la fuerza del cuello, se evalúa el tono muscular y se realiza una evaluación neurológica, todo ello de acuerdo a la edad de cada niño.
Así, el tratamiento, basado en técnicas específicas, suaves e indoloras consistirá en:
– Recuperar la movilidad cervical reducida en los numerosos casos de plagiocefalia ligada a Tortícolis Muscular de carácter posicional o congénito.
– Indicar a los padres el tratamiento posicional para el caso específico del niño a través de ejercicios para realizar en casa, destinados a recuperar y mantener la movilidad cervical. Se trata de enseñaros a saber como colocar al bebé para mantener en la medida de lo posible, la mejor postura de la cabeza (por norma general sobre todo se recomiendo al postura en decúbito prono durante las actividades y en la del lado opuesto al afecto durante la vigilancia).
Los objetivos de este tratamiento serán:
– Mejorar la alineación de los huesos del cráneo para eliminar los encabalgamientos entre ellos y recuperar la movilidad y forma de las diferentes partes del cráneo
– Liberar los músculos cervicales que por estar acortados o elongados mantienen una posición asimétrica de la cabeza.
– Mejorar las amplitudes del movimiento del cuello, mediante movimientos articulares activos y/o pasivo, completos y simétricos.
De esta manera, el crecimiento de la cabeza del bebé será correcto, evitando posibles compresiones o atrapamientos de las distintas estructuras vasculares y nerviosas que emergen entre los forámenes del cráneo.
Si estas lesiones no son tratadas a tiempo, pueden ocasionar secuelas de mayor índole como: deformidad craneal, estrabismo, trastornos de la oclusión dental, etc., además de los trastornos psicológicos que acarrearán este tipo de problemas.
b) En los casos más severos, el tratamiento se completa por parte de los especialistas médicos, con la aplicación de correctores ortopédicos, que son cascos hechos a medida para cada bebé según sus necesidades.
¿CÓMO LO PUEDEN PREVENIR LOS PAPÁS EN SUS CASAS?
Igual de importante que el tratamiento es la prevención:
• Al dormir: La mamá se colocará alternando a un lado y otro del bebé.
Así, para influir correctamente en la postura del niño es recomendable variar su posición en la cuna a noches alternas, es decir situar la cabeza donde tuvo los pies la noche anterior, de tal manera que los estímulos hacia los que se dirija que van a determinar su tendencia a posicionar la zona cervical y la cabeza no le lleguen todos los días desde el mismo lado ya que los bebés se guían principalmente por dónde esté situada su madre o el estímulo de la luz.
Sí el bebé se mueve mucho y no mantiene la posición nos ayudaremos de cojines para mantener en una posición adecuada la cabeza.
• Al comer: Se intentará cambiar alternativamente de pecho o de brazo en el caso de dar biberón y variar las posiciones de amamantar para estimular las rotaciones hacia ambos lados.
• Al portearle: El porteo de los bebés (bandoleras, fular, mochila…) es una forma cómoda y útil para prevenir las deformidades craneales y evitar las presiones mantenidas sobre la cabeza. Hay que evitar abusar de hamacas, huevito, capazo…
A la hora de coger a un niño se hará preferiblemente con una mano bajo la cabeza y otra bajo la pelvis, evitando las excesivas tomas axilares para no someter a presiones de repetición a los cartílagos costales.
• Al jugar: Hay que intentar estimular visual y auditivamente hacia ambos lados la cabeza del bebé e intentar que haga volteos a ambos lados y sentidos.
Además con ayuda de cojines, toallas enrolladas, rodillos de espuma… Ayudaremos a colocar al bebé boca abajo y estimularle para que levante la cabeza y cuando ya sea capaz de sostenerla hay que intentar ayudarle a permanecer sentado.
Si todavía no dominan o no les gusta la posición boca abajo, lo ideal es que los papás o mamás les ayuden a disfrutar de esa posición, colocándoles sobre el pecho, barriga o piernas y cantándoles o hablándoles mientras están en esa posición.